Leer el mundo a través de los cuentos

 

por Pep Durán (España)

 

Ponencia presentada en el Congresso Internacional de Promoção da Leitura
" Formar Leitores para Ler o Mundo " , 22-23 Janeiro 09 -
Fundaçâo Calouste Gulbenkian / Lisboa.

 

Leemos el mundo con el cuerpo

La motivación a la lectura debe atender los tres centros energéticos; cabeza, corazón y tripas.

En contacto permanente con las familias, con las escuelas y con las bibliotecas, me he dado cuenta de que el acto de leer no sólo depende del aprendizaje, de la práctica lectora y de los hábitos lectores, sino básicamente de la decisión de leer.

Una decisión interna, muchas veces no pensada, sin un planteamiento racional explícito, pero que actúa prácticamente a través del cuerpo encontrando el espacio, el tiempo y la actitud necesaria para sumergirse en la lectura silenciosa de un libro.

La decisión de leer, para cada persona, se afianza en la memoria de sensaciones placenteras que ha experimentado el cuerpo, y que tiene la promesa de recuperar, al descifrar el sonido y significado de las palabras leídas en cada texto.

En mi práctica diaria, como librero, cuento libros como quien cuenta películas, cuento cuentos que están en los álbumes ilustrados, cuento cuentos modernos editados en libros que presentan actitudes del vivir como metáforas, cuento a los niños, a los padres, a los maestros, a los bibliotecarios, a los empresarios, a los periodistas, a los notarios, a los políticos... Cuento con los libros en la mano, mostrando las ilustraciones, y cuento con objetos que llenan mis maletas de secretos, de misterios y de tesoros. Cuento con estos objetos que contienen historias, que encierran emociones, que guardan olores y que suscitan caricias. Relaciono los libros con las cosas que muestro y con sus historias.

Mediante la voz y la presencia del contador, surge una energía que despierta, en los que escuchan, un encuentro con su mundo interior.

Es la observación de los resultados de esta práctica la que me ha hecho llegar al enunciado dado, que puedo resumir como:

La decisión de leer se sustenta en la memoria sensitiva del cuerpo.

 

Librero de oficio

No me considero un gran lector y sin embargo mi vida ha estado marcada por la lectura. Mi infancia transcurrió sin libros. En mi pueblo no habían bibliotecas donde asistir, no las había de ningún tipo, ni escolar ni pública. Tampoco librerías, solo un estanco en el que se vendían, además de alpargatas, muchos tebeos y algún libro. En mi casa no había libros. El oficio de mi familia desde mi tatarabuelo era el de carretero, tenían un taller donde se construían carros y utensilios de madera para el campo. Mi bisabuelo, como patriarca de la familia, decía .. " primero es la obligación que la devoción" . Leer se consideraba una devoción, el trabajo manual era la obligación. Sin embargo me hice librero de profesión (desde el año 1971), fue por casualidad, encontrando en este oficio mi vocación de difusor de libros, comprometido con la formación de lectores y con la promoción de la lectura en todas las edades.

Yo era un librero "progre", creía que podía cambiar el mundo con la lectura de libros que ayudaran a pensar, a plantearse la vida social y política, a tener nuevas ideas pese a que estuvieran prohibidas. En el 1975 abrimos una pequeña librería en Mataró junto con cinco compañeros, le dimos la estructura jurídica de una cooperativa de trabajo "ROBAFAVES sccl", nos entregamos al oficio con propuestas dinámicas, colaborando con el movimiento ciudadano y con el mundo escolar. Aprendimos el oficio ejerciendo de libreros-dinamizadores culturales y fuimos creciendo en número, y en experiencia para acompañar a que cada lector encontrara sus propios libros. Una situación traumática a principios de los años ochenta nos conectó con el deseo profundo de los lectores de encontrarse en los contenidos de los libros, en sus historias, en sus palabras, fue "la noche en que las letras se liberaron" (1), (un aguacero nos inundó la librería y se desprendieron las letras de los libros mojados, la epopeya fue como volver a colocarlas dentro).

En aquella ocasión nos dimos cuenta de que los lectores buscan en los libros que leen su propia historia, sea real o imaginaria. Buscan en la voz del autor el despertar de su propia voz interna, esta voz que nos describe la realidad de lo que sentimos al vivir.

Cuando decidimos leer un libro buscamos repetir las sensaciones que nuestro cuerpo tiene guardado en su memoria, de manera consciente o no. Deseamos que el texto que leemos nos transporte, nos complazca, nos estimule, nos calme, nos emocione o nos sitúe en el mundo en el que vivimos, nos ayude a comprender la vida y a comprendernos a nosotros mismos.

Es por ello que la lectura ha marcado mi vida ejerciendo una profesión que me enamora, la de librero y trajinante de cuentos. Con ella enlazo con la antigua profesión de mi familia, la de constructor de carros.

 

Comentarios personales de quien escucha cuentos

Quiero comentar algunos fragmentos de los escritos, muy personales, que recibí de las alumnas de 2.º curso de formación de maestros de Educación Infantil de la escuela FRETA de Mataró, después de una sesión de formación en la que el "trajinante de cuentos" mostraba una manera de motivar a la lectura contando cuentos. (Febrero-2003, las futuras educadoras tenían alrededor de 20 años de edad).

El ambiente que se creó fue de alta sensibilidad, con algo de magia, y los escritos reflejan la sorpresa experimentada, así como la emoción que percibían en sus cuerpos.

He ordenado los fragmentos en cuatro grupos para señalar aquellos aspectos que me interesa resaltar:

 

Conexión con los propios recuerdos

El ambiente que se creó con los cuentos que explicaba les sorprendió de tal manera que su prevención ante la charla quedó anulada y dio paso a una apertura que les llevó a conectar con sus recuerdos de infancia vividos con los seres queridos.

 

Conexión con los sentimientos personales a través de los objetos que surgen de las maletas

Las palabras, unidas a los objetos inesperados que surgen de las maletas, despiertan el interés por descubrir lo que está encerrado. Cada objeto se une a una vivencia que guarda sensaciones corporales de tacto, volumen, olor, fragancia, color...

 

Posibilidad de tocar los objetos y de observar el material que contienen las maletas que acompañan al acto de contar

Dar permiso para tocar, para comprobar con los sentidos que las palabras tienen cuerpo es una forma de fijar las sensaciones experimentadas y alimentar la memoria corporal.

 

Conciencia del propio mundo interior, sentir la vocación, sentir la necesidad de transformación, tomar conciencia del "vacío existencial"

Al transitar por las estancias del mundo interior personal, surge la conciencia de preguntas sin respuesta y de toda la riqueza del ser real.

 

Siguen los testimonios de las vivencias a través de algunos fragmentos de los escritos que me hicieron llegar, les pedí que me explicaran lo que habían sentido durante la sesión de cuentos.

 

1. Conectar con los propios recuerdos

Aurora: "... ayer volví atrás con total satisfacción, me dejé llevar por mil sueños escondidos dentro de grandes maletas llenas de recuerdos... Creo que no lo puedo explicar con palabras, ya que todas me quedan cortas para todos los sentimientos que ayer sentí en el vientre (¿o puede que fuera mi Dragón?)... Gracias por abrir mi cajita mágica (¡¡estaba bien escondida!!)".

Marta: "... Fue una tarde mágica. Antes a mí me gustaba guardar pequeños tesoros en cajitas (como las suyas), pero después de muchas broncas con mi madre para que dejara de guardar viejos recuerdos que sólo servían para acumular polvo, comencé a no guardar nada más. Pero ¿por qué no! Cada pequeña caja, cada cosa tiene significado y una magia especial y una historia para explicar. Es bonito tener pequeños recuerdos que te llenan el corazón...".

M. Angels : "Me gustó mucho cómo iba narrando los cuentos mientras explicaba cosas de la vida diaria de todas las personas. Nunca había pensado que un cuento sirviese como ejemplo en la vida diaria. Sí que sabía que los cuentos tienen mensajes secretos, pero nunca le había dado importancia [...] cuando escuché el cuento relacionado con un problema de cada día, pensé que posiblemente fuera de las mejores terapias con las que puedes encontrarte [...] Durante dos horas me volví a sentir como una niña...".

Míriam: "Un cuento no sólo fascina a los pequeños, sino que a los adultos nos vuelve a nuestra infancia. Mediante los recursos que utilizabas nos sorprendías, enternecías, emocionabas...".

Teresa: "... Cuando terminaste, tuve pena, me habría gustado que aquel momento no terminase, pero después, cuando llegué a casa, me di cuenta de que no había terminado, que toda aquella magia estaba dentro de mí; me hizo sonreír porque, en mi interior, me sentía bien...".

Silvia: "... lo que hizo ayer fue abrirme los ojos, ayudarme a reflexionar y a despertar en mí una capacidad que desconocía, la capacidad de escuchar un cuento [...] olvidé por dos horas los problemas que tengo. Me enseñó en una tarde aquello que llevo buscando hace tiempo, aquello que me ayude a tomar decisiones, a respetarme a mí misma y a los demás y a entregarme a mí y a lo que tengo [...] Ayer, al llegar a casa, me puse a pensar y llegué a una conclusión: no hay una felicidad completa, sino que existen momentos felices, y hasta el momento no los veía, los tenía pero no los veía, ni los valoraba [...] A partir de hoy empezaré una vida distinta afrontando mis problemas cara a cara [...] y disfrutando de los momentos alegres...".

Iolanda: "... A través de los cuentos nos has enseñado muchos recursos para podernos comunicar con los niños y niñas con los que más adelante nos encontraremos como educadores. Pero también personalmente, y yo ya no soy tan pequeña, me has hecho recordar cosas y sentimientos que en la vida adulta se olvidan y que es importante recordar para encontrar la felicidad...".

 

2. Conectar sentimientos a través de los objetos que surgen de las maletas

Laura : "... cuando explicabas las cosas que te habían pasado, los recuerdos que guardabas [...] el valor que escondían aquellos pequeños objetos [...] era como si yo me hubiera encontrado en aquellos momentos de tu vida, era como si pudiera oler la madera de la que estaba hecha la «Matriowska»...".

Marta: "... cuando comentaste que la gorra de tu abuelo te recordaba (cada vez que la olías) aquellos momentos en que sentías su abrazo, yo también tengo algunos objetos que por su olor me recuerdan a personas queridas, situaciones [...] y también texturas".

Yesica : "... me quedó grabada la explicación de las máscaras; puede que yo sea una persona enmascarada. Debería mostrarme tal como soy y no tal como me quieren ver. De esta manera podría amar...".

Georgina : "... en el transcurso de la narración me alejaba de la realidad y me introducía en el mundo de los cuentos. Gracias a distintos materiales como los muñecos, las piedras mágicas, el polvo de luna, los espejos, las pequeñas cajas, las cajas de música... los cuentos tomaban vida. Cada uno de los objetos tenía una historia mágica. Muchos de ellos yo también los tengo en casa y cada uno tiene su historia particular. Cada vez que mostrabas uno, recordaba las historias de mis objetos. Volví a mi infancia".

Laura: "... No puedes imaginarte cómo me emocionó el sonido del mar que llevas en tu maleta, o el sonido de cristal que se instala en el centro del cuerpo de las campanas tibetanas [...] Mirando tu atrezzo, tus peludos compañeros de viaje, tus libros de cuentos..., sentí nostalgia de la infancia, de... la capacidad de soñar, los muñecos, las pequeñas cajas, el olor a after-shave de mi abuelo, que decidió marchar al cielo... hará un año [...] y lo encontré a faltar, a él y los momentos que pasé jugando en el suelo de la salita de mi casa, mis patines, las vacaciones y a aquella niña que ju sto llegaba a la confortable barriguita de mi madre al abrazarla [...] A la vez me he dado cuenta de que haber escogido esto [se refiere a la formación de educadora ] es lo mejor que he hecho en mi vida, un tributo a mi propia capacidad de volar, un homenaje a la niña que seré siempre".

Christina: "... Aquellas maletas llenas de pequeños objetos con los que poder explicar mil historias... maletas llenas de ilusión, de vida [...] Nos sumergiste en un mundo mágico lleno de ternura hacia aquello que nos rodea [...] que con pequeñas cosas se pueden crear grandes historias...".

M.ª Angels : "... Me he marcado otro objetivo, saber explicar cuentos con estos sentimientos. Pienso que estos sentimientos a la hora de explicar cuentos, mezclados con los objetos y muñecos que utilizas, forman una mezcla explosiva y muy interesante, que tanto a los pequeños como a los adultos dejan boquiabiertos...".

 

3. Posibilidad de tocar los objetos y de observar el material que acompaña al acto de contar y que contienen las maletas

Míriam : "... todos los objetos y muñecos que traías eran muy curiosos, tanto los muñecos pequeños como los objetos que hacían sonido, y más aquellas cajas llenas de recuerdos...".

Lavinia: "... pienso que el momento culminante de la charla fue al final, cuando nos invitó a tocar los objetos. Todos nos levantamos y fuimos a observar las cajas, a tocar...".

Alba : "... una de las cosas que más me ha gustado, y no esperaba poder hacerlo, ha sido tocar y tener entre mis manos todos estos elementos y objetos mágicos, desde el libro más pequeño hasta una de las cosas más grandes, como podía ser la bruja...".

 

4. Conciencia del mundo interior, vocación, transformación, conciencia de "vacío existencial"

Míriam : "... Enviaste muchos mensajes útiles para uno mismo y mensajes que me llegaron dentro, como el de abrirse y conocerse uno mismo, abrirse y dar de uno mismo...".

Fátima: "... a medida que hablabas, que explicabas, que nos mostrabas recuerdos... me olvidaba de los problemas... y quería soñar, volar, vivir todo lo que explicabas, y lo conseguí. Pensé que era hora de aprender a valorar pequeños aspectos de la vida que nos llevan a la felicidad.

¿Cómo podía estar triste, preocupada o enfadada existiendo cosas tan maravillosas? ¡No valía la pena!...".

Anna: "... sus palabras resonaron dentro de un corazón inquieto y lleno de dudas... A veces buscamos... buscamos una cosa que no sabemos lo que es. De pequeños buscamos, de jóvenes buscamos y continuaremos buscando hasta encontrar aquello que sea capaz de llenar este vacío. Siempre he tenido este vacío... Al escuchar sus palabras se me abrió una vez más la esperanza [...] Soy consciente de que lo que hago me llena, es mi vocación, por esto quiero continuar buscando [...] Las palabras no sólo nos aportan conocimiento, sino que nos hacen sentir, nos ayudan a vivir, a experimentar, a conocer, son fuente de vida, una puerta que podemos abrir siempre que queramos, la llave de nuestra voluntad... Por eso con sus palabras me hizo sentir que podemos buscar y que merece la pena hacerlo...".

-----------------------------

Si estas chicas podían conectar con su mundo interno a través de los cuentos, las sugerencias de los objetos y la palabra del narrador en voz alta, es porque guardaban memoria de otros momentos en que una situación similar se había dado. Por lo tanto, a partir de este punto de contacto con el sí mismo, podrían transmitir su energía comunicativa a los alumnos que tendrían a su cuidado. Podrían transmitir los cuentos que guardan los libros a los niños y niñas que se introducen en el aprendizaje de la lectura en la Primaria.

La palabra se encarna en el que la escucha, se encarna en el que la lee, a partir de la experiencia vivida, a partir del significado vivenciado que tiene para el lector, a través de ser sentida y experimentada por el cuerpo.

Por eso Bruno de la Salle manifestó en Guadalajara (Maratón 2002): "... al contar, la palabra se encarna en el cuerpo. El que habla muestra su sí, el que escucha la encuentra en sí".

Espacios interiores que guardan los registros de la memoria del cuerpo

Fue en las sesiones con los más pequeños (p-3, p-4, p-5, 1.º, 2.º de Primaria) cuando empecé a darme cuenta de la fuerza de las palabras acompañadas con imágenes y objetos.

En las sesiones de cuentacuentos yo observo cómo penetran y abren espacios íntimos en cada ser que escucha. En estos espacios habitan las palabras junto a los recuerdos, junto a las sensaciones que se crean en el momento de contar con un libro, con un objeto, con la sugerencia de una aroma o con el sonido de un carrusel.

Estoy convencido de que la lectura abre espacios en el interior del lector, espacios nuevos en algunos casos y espacios que estaban cerrados u olvidados en otros. Espacios antiguos en los que habitan emociones enquistadas por no haber encontrado la palabra que les permita fluir.

Cuando estas palabras, son leídas o escuchadas "leídas en los grafismos de las partituras que forman el texto escrito u oídas a través de la música de su sonido", estas palabras ocupan y despliegan las arrugas del ser, abren puertas cerradas por el olvido o el dolor, despiertan abundantes sensaciones en el cuerpo.

El cuerpo las registra , las guarda, las asocia al objeto libro, a la acción de leer, a la persona que se las ha entregado.

El lector las registra en la memoria sensitiva del cuerpo . Esta memoria del cuerpo actúa sobre la decisión a tomar , y pone en funcionamiento la actitud de esfuerzo necesaria para leer.

No debemos olvidar que esta decisión de tomar un libro para leer implica soledad, dificultad, esfuerzo, pero también satisfacción, plenitud, ilusión y una multitud de emociones sensitivas.

Cito algunas opiniones de niños y niñas (2.º de Primaria, 7 años,) de la escuela Germanes Bertomeu de Mataró, recogidas por Maria, su maestra, después de una sesión del "trajinante de cuentos" en el aula.

Haja explica : "... llevó muchas cosas en las maletas mientras las mostraba sentí que eran maravillosas. Después nos dejó tocarlas y en aquel momento me emocioné. Me habría gustado mezclarme con ellas para entender todos sus secretos".

Lorena cuenta : "... sentía los libros (escuchaba los cuentos) y sentí una sensación muy extraña, como si mi corazón quisiese escribir".

Fátima: "... sentía como si aquello me sucediese a mí, y cuando acabó la historia no podía sacarme esta sensación".

Javier : "me sentía con ganas de leer y de escuchar todas las cosas que decía, y ver todos los objetos y tocarlos".

Desi : "... sentí una sensación muy extraña, y lo que más quería saber es qué había en todas las maletas y en todas las cajas".

Marina : " sentí una cosa por dentro, aquello eran como muchas cosquillas".

Soukaina : "...me gustó el mochuelo, yo sentía su calor [...] me sentía dentro del cuento de brujas y yo podía volar".

---------------------------------

A los siete años describen sus sentimientos después de una sesión en la que, en el comienzo, les invito a escuchar el sonido de una campana tibetana y el circuito que recorre dentro de su cuerpo atendiendo a tres puntos esenciales la cabeza (pensamiento), el pecho-corazón (emoción) y el vientre (instinto).

Cabe subrayar en las frases la palabra sentir , que describe el sentimiento y la decisión de actuar, de descubrir secretos, de leer libros.

 

Otras maneras de leer el mundo a través de contar cuentos

En los últimos meses mi doble realidad de librero-empresario y de cuentacuentos me ha proporcionado situaciones de riesgo, algo insólitas en el ámbito profesional y social.

Las palabras de los cuentos transmitidos como metáforas en ambientes y grupos no acostumbrados a estos lenguajes han conseguido abrir y descargar tensiones, así como transmitir y despertar el interés de los presentes, tomando actitudes y comportamientos sociales llenos de valores humanos.

Cito a continuación un conjunto de lugares y momentos donde conté, en ambientes en los que no es habitual contar cuentos

 

Ambientes formales

"Contar ante el notario, los abogados y empresarios editores en la firma del contrato de compraventa de la librería Catalònia de Barcelona.

"Contar en una rueda de prensa, ante periodistas que afanan las noticias.

"Contar en encuentros de empresas de economía social.

"Contar en el acto de la firma de un convenio entre administraciones, (Consell Comarcal, Ayuntamientos y Generalitat) para implantar un programa de integración de los inmigrantes del Maresme.

"Contar en foros profesionales en los que los empresarios buscan un hueco en el mercado competitivo.

 

Ambientes familiares

"Contar en una ceremonia funeraria civil para despedir a una persona querida.

"Contar en bodas para rendir homenaje al compromiso personal.

 

Ambiente ceremonial

"Contar en el Paraninfo de la Universidad de Barcelona, ante un público empresarial, en la recepción del Premio Bufi y Planas a la labor realizada por Robafaves s.c.c.l. para unir la fuerza del trabajo y la del capital.

En todas estas ocasiones tengo el recuerdo y la imagen de como las caras se relajan, las bocas se entreabren, los ojos se iluminan, la emoción fluye y las dificultades en los tratos se disipan.

  Las palabras, los cuentos, las historias, las lecturas de ficción configuran espacios y territorios íntimos y personales (Michèle Petit, Lecturas: del espacio íntimo al espacio público, Fondo de Cultura Económica, 2001).

 

La decisión de leer se ubica en el cuerpo del lector

Se ubica en lo que siente y en la memoria de lo que ha sentido, para recuperar esta emoción a través de las palabras escritas. Se ubica en las ganas, en la voluntad, en la acción, en la ilusión, en el pensamiento instintivo, en la barriga, en las tripas.

En realidad son los tres pensamientos unidos los que intervienen en la lectura: el pensamiento racional, el pensamiento emocional y el pensamiento instintivo; por eso los uno al contar los cuentos con el sonido de la campana tibetana.

De esta manera, los padres, los maestros, los prescriptores cuentan conectando con su ilusión, con sus ganas, con su deseo prendido en su propio cuerpo. No es desde el deber "pensamiento racional", sino conectando con los tres cerebros: el cerebro racional, el cerebro emocional y el cerebro instintivo.

Cuando cito estas energías comunicativas estoy hablando de comunicación. Las palabras, los textos que se encuentran confinados en los libros, sólo son los pretextos, los medios, los canales por los que transcurre la comunicación, la energía en forma de comunicación

En último término todo son vibraciones, materia y tiempo (A. Hoffmann, Mundo interior, mundo exterior, Ed. Liebre de Marzo).

El Mundo en el que vivimos es un espacio físico, una materia formada a través de moléculas, de átomos, de vibraciones a frecuencias distintas. Nosotros mismos somos cuerpo, materia," vida .

Es la vida la que se manifiesta en nosotros, por esto nacemos cada día, para leer el mundo y hacernos responsables de nuestra presencia en él a través de nuestra vida consciente.

 

----------------

 

© Pep Duran, Librero " trajinante de cuentos "
presidente de Robafaves s.c.c.l. , Mataró 21-1-2009.

Enviado por su autor, Pep Durán, para Red Internacional de Cuentacuentos.

Prohibida su reproducción, total o parcial, sin permiso de su autor.

Red Internacional de Cuentacuentos :: International Storytelling Network